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Marrakech versus Cuba, Cuba versus Marrakech

Es la tercera noche en Marrakech y me he despertado unos minutos antes de que empezara a cantar el muecín. Son las 4,30 y en pocos segundos observo que Alá no sólo es grande, sino también sonoro.

Presto atención y concluyo que esta vez no es una cinta grabada, tal y como sugerían unos turistas esta tarde; de vez en cuando carraspea, y por la calidad del canto, parece que también tiene sueño.

Me pregunto a cuántos fieles despertará esta lectura en voz alta y cuántos se pondrán a rezar. Y de los que recen, cuántos tendrán conciencia de su oración.

Miro el techo iluminado por la luz del patio, mientras escucho los versos del Alcorán.

Esta mañana he estado en un mercado berebere, y en el mismo pueblo, he podido entrar en una casa particular.

La muchacha, joven, de unos 14 años, cocina y se quema las manos sin darle apenas importancia. Tiene la piel llena de callos.

Le enseño un papel para que me indique una calle, pero no sabe escribir ni leer. Yo tampoco se hacerlo en árabe y me encuentro perdida, ya que ella es la octava persona a quien le pregunto y no me sabe dirigir.

Todo es rudimentario, austero, poco confortable. Salgo de la casa y veo algunos niños y niñas jugando por entre los campos, cuando deberían estar en la escuela.

Observo el paisaje y me parece imposible que un mismo mundo pueda sincronizar realidades tan dispares.

El muecín ha cesado su canto y no puedo negar que mi corazón ha albergado la esperanza de que fuese la pausa definitiva hasta el rezo de las 6. Pero sólo ha cogido aire.

Pienso en la educación. El sistema comunista es muy criticado porque anula la iniciativa emprendedora de la persona, no hay libertad de pensamiento ni de actuación, hay que someterse a un sistema que no te da opción de desarrollo individual Pero poco se habla de sus cosas buenas y que son incomparables a su antagónico capitalismo, como es la educación.

Este verano, cuando estuve en Cuba-la casi última reliquia comunista-, me sorprendió la extensa y generalizada cultura del pueblo cubano.

Los niños tienen la escolarización gratuita y la media es de dos carreras por ciudadano.

La educación ha sido un objetivo fundamental en la ideología comunista y hay que alabarlo. A pesar de todas las carencias materiales, lenta, muy lenta, la sociedad cubana es una sociedad que evoluciona. A través de sus médicos, de sus economistas, de sus ingenieros, de sus pensadores. Me explicaba la señora de la casa donde vivía, que gracias a la intervención de los artistas, la homosexualidad empezaba a ser ligeramente más aceptada dentro de la sociedad cubana.

En Marrakech, una adolescente se quema las manos mientras cocina, y siento que su hija, y las hijas de su hija, se las continuarán quemando en esa misma cocina hecha de adobe.

Una sociedad que no conoce, involuciona. Un país culto, es un país rico.

2 thoughts on “Marrakech versus Cuba, Cuba versus Marrakech

  1. javier dice:

    Simplemente fantastico!!! Un gran analisis de una gran persona.Sigue asi,y seguire leyendo tus aventuras por el mundo y aprendiendo de ellas.Un beso

  2. nani dice:

    Mamma mia Javi, con comentarios así cualquiera no se motiva a seguir escribiendo. Un beso fuerte y mil gracias por tus palabras !!!

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