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Puntos conectados

“No puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro.”  Steve Jobs

Era la mañana del 4 de octubre del 2010 cuando salí de casa dispuesta a que el sol me quemara las mejillas subida en mi bici dirigida hacia el trabajo.

Sabia que San Francisco le restaría protagonismo a Santa Dàmaris, pero también era el día de mi santo y me apetecía celebrarlo.

Bajé las escaleras de mi edificio semicomunista, y al abrir la puerta, la bicicleta, que tan cuidadosamente  había aparcado el día anterior, no estaba.

Me quedé observando atónita el espacio vacío sin saber muy bien qué hacer. Llegaba tarde al trabajo y no me quedo otra que dirigirme hacia la parada del tranvía, que no había cogido todavía desde que me había trasladado a mi nuevo barrio.

Pasó el número 10 y  subí. Sentía mucha rabia y llamé a mi hermana para desahogarme.

Dentro del tranvía, rodeada de gente, se me acercó un hombre:

-Perdona, hola, eres catalana? Es que he oído que hablabas en catalán y…

Estamos a punto de llegar a su parada y hacemos un rápido intercambio de coordinadas. Un catalán en Varsovia es tan preciado como el sol que nunca sale.

Pasan los días y finalmente conseguimos quedar. “ Me han encantado las sillitas (…) Exportación de cava y vino (…) Vino de autor (…) Etiquetas con las sillitas (…) Promoción de artistas (…) Que te parece si… (…)

Aquella mañana me resultaba difícil conectar puntos. También a lo largo de las semanas siguientes.

El próximo viernes día 4 de febrero presentamos en Varsovia el Vino del Amor, una colaboración de Nani Navarro y el Club Mas Xarot de Cava y Vino. Con motivos de mi obra, he diseñado dos modelos de etiquetas para las botellas de vino que se comercializarán inicialmente en Varsovia. Juntamente se hará el estreno de la II parte  del cortometraje del Amor entre Sillitas.

Las cosas pasan, y en el momento que pasan muchas veces no sabemos encontrarle el sentido.
Mientras ayer sentía rabia y fustración, hoy doy gracias a que me robaran la bicicleta a cambio de haber ganado un amigo y un creyente impulsor de mi obra.

Todo lo que hoy nos parece negativo mañana se puede transformar en positivo, y así es como debe de afrontarse la vida, como un aprendizaje constante y como un cúmulo de experiencias que, más tarde o más temprano,  acaban dando su fruto.